Una corriente que surgió en los ’60, fruto de ver la naturaleza como materia prima para hacer obras de arte.
En el cruce con la escultura y la arquitectura, esta forma de crear está en oposición a la mirada materialista del arte convencional.
Las piezas de Land Art no se pueden mover de lugar y van cambiando con el tiempo, ya que están expuestas al viento, la lluvia, el sol y el avance de la vegetación.
Cada espectador puede ver una obra distinta, al igual que un mismo árbol cambia de color según la estación del año, o que los ríos cambian su caudal de acuerdo a las lluvias.
Inspirador, mágico y fantasioso, una nueva mirada de la naturaleza que aporta paz 💚